El 21 de diciembre de 2016, el Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló que la constructora brasileña, Odebrecht, había confesado el pago de sobornos en doce naciones de Latinoamérica y África, entre ellas, Perú.

Según los informes estadounidenses, altos funcionarios de dicha nación recibieron USD 29 millones en coimas entre 2005 y 2014, durante las gestiones de los expresidentes Alejandro ToledoAlan García y Ollanta Humala.

El caso de sobornos más grande de la región, vinculado al Lava Jato destapado en Brasil en 2014, dejó a la vista que la política peruana era mucho más turbia de lo que aparaentaba, pese a esto, la justicia en ese país actuó, e incluso investigó por cuenta propia al entonces mandatario nacional, Pedro Pablo Kuczynski.

Kuczynski es hasta ahora el cuarto expresidente de Perú involucrado en los guisos de Odebrecht, los cuales, de acuerdo con una investigación de Ojo Público, alcanzan los USD 45 millones, lo que pocisionaría al país en el quinto lugar de los que más recibieron sobornos en Latinoamérica.

Por otra parte, Perú es la única nación, además de Brasil, donde cuatro exgobernantes han caído por participar y beneficiarse con el sistema de coimas de la constructora, esto a pesar de que no es la que más recibió pagos por favorecer en las licitaciones.

Diez años de sobornos

La constructora brasilera arrancó sus operaciones en Perú en 1979, con la construcción de Charcani V (Arequipa): la única central hidroeléctrica en el mundo que funciona dentro de un volcán.

Sin embbargo, los directivos de Odebrecht revelaron a la justicia estadounidense que la modaldiad de pagos para obtener los multimillonarios contratos, empezó en 2005, durante la primera gestión de Alejandro Toledo, electo presidente del Perú en 2001.

Según la investigación de Ojo Público, en 2004, el entonces jefe de Seguridad de Palacio de Gobierno, Avraham Dan On, fue quien dio el primer paso para entablar las negociaciones turbias.

El proyecto que se quería ejecutar y que estaba en licitación, era el de los tramos dos y tres del proyecto de Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA Sur), conocido también como carretera Interoceánica.

Por esta adjudicación, Odebrecht pagó USD 20 millones entre 2006 y 2010 a Toledo, los cuales, fueron dirigidos a cuentas de testaferros en Panamá y Costa Rica. En 2011, a fin de ser favorecida en la nueva gestión, la brasileña destinó USD 3 millones a la campaña electoral de Ollanta Humala.

Esto fue descubierto por la policía brasilera, la cual, en medio de una investigación en 2016, se halló con un correo en el que se señalaba que un personaje, identificado como OH, había recibido tres millones de dólares en 2011.

Tras ahondar en las pesquisas, los policías concluyeron que dicho monto había sido destinado a Ollanta Humala, y la información fue confirmada por los delatores del caso en Estados Unidos. El expresidente peruano habría recibido la millonaria suma mediante su esposa, Nadine Heredia, quien en varios viajes a Brasil poco después de la segunda vuelta electoral, obtuvo los USD 2,8 millones en efectivo.

Pero Humala no fue el único que recibió aportes a su campaña presidencial en 2011. Toledo, quien quiso regresar al poder ese año, obtuvo USD 700 000 de parte de Odebrecht para financiarlo en su carrera hacia la presidencia de Perú.

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La brasilera no se limitó en sobornar a estos dos candidatos, sino que también financió a Pedro Pablo Kuczynski y a Keiko Fujimori. El primero, recibió USD 300 000, mientras que la segunda, fue financiada con USD 1,2 millones.

Solo en 2011, Odebrecht destinó para la campaña de los cuatro candidatos USD 4 millones, pero no era la primera vez que lo hacía. En 2006, la constructora destinó USD 200 000 a la campaña del candidato aprista, Alan García, quien resultó electo ese año.

Asimismo, destinó USD 3 millones para frenar la salida del poder de Susana Villarán, la primera mujer electa alcaldesa de Lima, quien en 2013 fue sometida a referendo revocatorio.

Odebrecht en Perú

Los sobornos para ser favorecidos en las licitaciones, se extendieron, además, a otros funcionarios de  menor rango.

El caso Metro de Lima, de la gestión de Alán García, involucró al entonces ministro de Transporte y Comuniaciones, Oswaldo Placencia; al viceministro de Comunicaciones, Jorge Luis Hidalgo Cuba, a su asesor, a su pareja, y a su sobrino. Por esta obra, Odebrecht pagó sobornos por el monto de USD 8,1 millones.

Costa Verde del Callao, fue otro de los proyectos en los que la constructora sobornó a funcionarios peruanos, entre ellos, al gobernador regional del Callao, Félix Moreno, quien recibió, junto a un empresario de origen israelí, USD 4 millones.

A este se sumó Vía Evitamiento de Cusco, por el que Odebrecht pactó pagar USD 3 millones al presidente regional de Cusco, Jorge Isaacs Acurio Tito, sin embargo, este y sus siete colaboradores solo recibieron USD 1,2 millones, debido a que en 2013 fue cesado de su puesto por una causa judicial de 2006.

PPK

El caso de sobornos de Odebrecht a Pedro Pablo Kuczynski, se remonta al año 2004, cuando la empresa de este recibió más de USD 10 000 por “reembolso de gastos”, esto de acuerdo con los docuemntos obtenidos por Ojo Público.

En 2005, Westfield Capital LTD recibió otros dos pago de la brasileña, uno por USD 20 000, y otro por más de USD 10 000. El cuarto pago, de más de USD 21 000, fue enviado a la empresa de Kuczynski en 2006.

Por lo que, mucho antes de llegar a la presidencia, en 2016, este ya estaba vinculado al sistema de coimas de la constructora. Todos los pagos, incluidos los que se hicieron a través de otras empresas y que pararon en manos de Kuczynski, ascienden a los USD 5 millones.

“Yo no he recibido nada de Odebrecht, estoy totalmente tranquilo”. 

Pedro Pablo Kuczynski en marzo de 2017. 

Esta suma no incluye el monto aportado a las campañas presidenciales de 2011 y 2016. Kuczynski renunció al cargo de presidente en marzo de 2018, y actualmente cumple prisión domiciliaria. 

Alan García

La fiscalía abrió una investigación en cotra de García en 2017, por el Caso Metro de Lima, sin embargo, no fue hasta 2018 que Jorge Simoes Barata reveló que el expresidente había recibido USD 200 000 para su campaña presidencial en 2006.

Asimismo, un exdirectivo dijo que en 2012, Odebrecht le dio USD 100 000 a Gracía por dar un conferencia en la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo, los cuales, salieron de la famosa Caja 2 de la constructora, utilizada exclusivamente para las negociaciones turbias.

Estos datos fueron revelados incialmente por IDL Reporteros, medio que más tarde dio a conocer que Luis Nava, exsecretario de Presidencia de García y exministro de Producción de Perú, y su hijo, también exfuncionario del dirigente aprista, recibieron más de USD 4 millones.

Ambos, serían presuntos testaferros del ahora fallecido exmandatario. Sumado a esto, Barata confirmó la tesis de la fiscalía peruana, la cual, apuntaba a que García recibió USD 24 millones en sobornos, y no USD 8 millones, como se señaló al principio del caso.

El 16 de abril de este año, se ordenó la detención de García, quien el 17 de abril, cuando los agentes lo fueron a buscar en su casa, se encerró en una habitación y se disparó en la cabeza. Quedó vivo, pero murió pocas horas después en una clínica local.

Alejandro Toledo

Toledo fue acusado en 2017 de lavar dinero proveniente de Odebrecht, y le fue dictada una orden de detención preventiva, sin embargo, este huyó a Estados Unidos.

Aunque inicialmente Barata dijo que al expresidente le fueron depositados USD 20 millones entre 2006 y 2010, por el proyecto Interoceánica, la fiscalía peruana a cargo del caso, siguió el paradero de otros USD 11 millones que fueron transferidos a Toledo.

Ante esto, el exdirectivo de Odebrecht confirmó que en total, se pagaron USD 31 millones en sobornos al exmandatario.

En marzo de 2018, Perú pidió la estradición de Toledo, sin embargo, esta no se ha concretado hasta la fecha. En su más reciente aparición, el expresidente peruano fue detenido en California por estar ebrio en la calle, acusación que más tarde negó y calificó de persecución política.

Foto: Perú 21

Ollanta Humala

Tanto Humala como su esposa, Nadine Heredia, son procesados por la justicia peruana por lavado de dinero, esto luego de que recibieran USD 2,8 millones de dólares de Odebrecht para financiar la campaña electoral de 2011, a cambio de que, una vez en el poder, se le concedieran las mejores licitaciones estatales.