A buena parte de su sector político, los derechos humanos le parecen un arrebato de la izquierda, una bandera política con la que los familiares y víctimas de la dictadura de Pinochet buscaban algo de justicia  después de 17 años de honor. Por eso no es curioso que un nuevo informe de Amnistía Internacional aplace al gobierno de Sebastián Piñera 

En deuda. Con esa frase se puede definir la categorización que dio el Informe de Amnistía Internacional respecto a cómo el gobierno de Sebastián Piñera está llevando a cabo las políticas públicas en materia de derechos humanos.

“Durante el primer año de mandato del presidente Sebastián Piñera hemos visto que el gobierno ha tomado decisiones que lamentablemente implican que la deuda ha crecido en lugar de disminuir”, se describe en el documento.

Si bien, y tal como informa La Tercera, el estudio no pretende ser exhaustivo, “efectúa de todos modos un duro diagnóstico sobre el desempeño del Ejecutivo”.

Dentro de los puntos donde el Ejecutivo “mantiene un deuda”, se cuentan tópicos como la Ley de Identidad de Género y la promulgación de la ley que crea el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura.

Otra de las aristas que se abordan y donde se pone el acento, guardan relación con los derechos sexuales y reproductivos. Acá, si bien se alaba la aprobación de la despenalización del aborto en tres causales, dice que “algunas decisiones” del gobierno han obstaculizado su aplicación, citando “reglamento para la aplicación de objeción de conciencia”. Además de “la igualdad de derechos en materia de matrimonio”. Finalmente, que la adopción por parte de parejas del mismo sexo no ha “contado con un apoyo activo” desde La Moneda.