El secretario general de la Organización de los Estados Americanos, Luis Almagro, instó a investigar y esclarecer graves cargos formulados en una investigación periodística de PanAm Post sobre la supuesta apropiación de fondos para la ayuda humanitaria por parte de los representantes de Juan Guaidó, en Colombia.
Almagro solicitó que se determinen las responsabilidades y se exija la rendición de cuentas. “No hay democratización posible bajo la opacidad de actos de corrupción”, escribió en su cuenta de Twitter.
Solicitamos a jurisdicción competente investigación esclarecedora de graves cargos aquí formulados, determinar responsabilidades y exigir rendición de cuentas. No hay democratización posible bajo la opacidad de actos de corrupción. https://t.co/3P9y5G75lI
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) 14 de junio de 2019
El reporte en cuestión es el artículo del editor en jefe y columnista del PanAm Post, Orlando Avendaño, titulado ‘Enviados de Guaidó se apropian de fondos para ayuda humanitaria en Colombia’, en el que denuncia que los representantes del líder opositor en Colombia, Rossana Barrera y Kevin Rojas, encargados de la atención a los venezolanos que ingresan en territorio del país vecino en busca de ayuda y refugio, se rodearon de lujos malversando los fondos que estaban a su disposición e inflando las cifras de los militares desertores.
Avendaño detalla que ambos son militantes del partido Voluntad Popular, pero Barrena encima es la cuñada del diputado Sergio Vergara de dicho partido, quien es considerado la mano derecha de Guaidó después de la detención de Roberto Marrero por parte del Gobierno de Nicolás Maduro.
Estadía de militares venezolanos en hoteles colombianos
Después del intento de ingresar ayuda humanitaria al territorio venezolano el pasado 23 de febrero y los posteriores violentos enfrentamientos en la frontera, los militares que se pusieron de lado de Guaidó fueron alojados en siete hoteles de Cúcuta, dos de los cuales ―el Ácora y el Vasconia― tenían que ser pagados por la oposición de Venezuela representada por Guaidó, descubrió Avendaño, mientras del pago de otros hoteles estaba encargado el Gobierno de Colombia y la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que abonó por el Hampton Inn y el Villa Antigua, entre otros.
El número de militares reportados por el Gobierno de Guaidó constituyó 1.285 funcionarios para abril y su estadía no dejaba precisamente una buena impresión: según reporta el autor del artículo, acudían a los servicios de prostitutas, abusaban de alcohol, se involucraban en actos violentos y exigían cada vez más.
Cuentas que no cuadran
A principios de mayo, el hotel Ácora no recibió el pago programado, con lo cual para el día 6 la deuda constituyó unos 20.000 dólares, por lo que decidió finalmente desalojar a los 65 militares junto con sus familiares.
La inteligencia colombiana habría sido la primera en fijarse en las anomalías en los gastos de Barrera y Rojas: las facturas y talonarios obtenidos por Avendaño evidenciaron que se gastaban mil dólares en hoteles y discotecas por noche, mil dólares en bebida y comidas, y también se dejaban grandes sumas en caras tiendas de ropa de Bogotá y Cúcuta. “Reportes de alquiler de vehículos y pagos en hoteles a sobreprecio. Plata que fluía. Mucha plata”, apunta el periodista.
Para demostrar la veracidad de sus palabras, el editor en jefe de PanAm Post adjuntó documentos acerca de los pagos y facturas detalladas con las sumas gastadas y cuentas por pagar.