La ministra brasileña de la Mujer, la pastora evangélica Damares Alves, afirmó que las niñas de una región de la Amazonia son víctimas de abuso sexual debido a que no acostumbran llevar ropa interior. “Especialistas nos dijeron que las niñas de allá son violadas porque no tienen calzones, la niñas no usan calzones porque son pobres”, señaló Alves.
De ese modo la funcionaria se refería al alto índice de abusos sexuales a menores en las Islas del Archipiélago de Tapajós, en el estado amazónico de Pará, una de las regiones con más alto porcentaje de población indígena de Brasil.
La titular de la cartera de la Familia, Mujer y Derechos Humanos hizo estas polémicas declaraciones mientras presentaba en Brasilia el programa “Abrace a Tapajos” con una serie de iniciativas para -paradójicamnete- mitigar la violencia sexual.
Al frente de una de las carteras más delicadas del profundamente conservador gobierno de Bolsonaro, Alves es una de las dos únicas mujeres del nuevo gabinete de 22 ministros, donde siete de ellos son militares.
No bien asumió, Alves se transformó en una de las piezas más polémicas del gabinete al festejar públicamente el inicio de una “nueva era” en Brasil, en la que “niño viste de azul y niña de rosa”.
Y semanas atrás volvió a la carga: “Hay que ser sumisa al hombre en el matrimonio”, dijo y volvió a viralizarse. Es que para la ministra, “dentro de la doctrina cristiana, dentro de la Iglesia” se entiende que en el matrimonio “el hombre es el líder”.