Se lo buscó. Acá n0 hay secretos ni sorpresas. A lo más la sensación de que la caída fue más fácil que lo que se pensaba, pero ese es un relato desde lo oficial. Desde el 22 de febrero del 2016 Evo Morales armó un desorden institucional por no decir que violó el principio básico de que el resultado de una elección se respeta.
Entonces el incendio que armó su elección es sorpresivo en grados. Evo Morales creía que esa mayoría relativa de su núcleo duro lo iba a defender, y no. El malestar por la trampa y el desgaste de 13 años de gobierno le pasaron la cuenta.
Evo Morales Ayma no es más presidente de Bolivia. El hilo que lo sostenía tras la convulsión social que estalló tras las cuestionadas elecciones del 20 de octubre, se rompió. A las 16:51 de este domingo, el líder de MAS que había llegado al poder en enero de 2006, renunció a la presidencia del país, luego de haberse quedado sin el respaldo de la Policía y las FFAA que tras un motín y un pronunciamiento oficial, respectivamente, habían sugerido su renuncia, relata El Deber.
“Por qué decidí esta renuncia, para que (Carlos) Mesa y (Luis Fernando) Camacho no sigan persiguiendo a mis hermanos, dirigentes sindicales, para que Mesa y Camacho no sigan secuestrando y maltratando a los familiares de nuestros dirigentes sindicales como le hermano Teodoro Mamani en Potosí. Para que non sigan perjudicando a comerciantes y a transportistas que no dejan trabajar en Santa Cruz”, dijo Evo al confirmar su salida.
Luego agregó: “Estoy renunciando para que mis hermanas y hermanos del MAS no sean más hostigados, perseguidos ni amenazados; lamento mucho este golpe cívico con algunos sectores de la Policía por plegarse para atentar con la democracia, la paz social, con amedrentamiento de intimidad al pueblo boliviano. Quiero decirles a mis hermanos que la lucha no termina acá, los humildes, los pobres, vamos a continuar con esta lucha”.
Morales añadió que su renuncia es por la pacificación del país para que no sigan los enfrentamientos entre bolivianos. En casi toda su conferencia de prensa apunto a Mesa (candidato por Comunidad Ciudadana) y Luis Fernando Camacho, el presidente del Comité pro Santa Cruz que lideró la resistencia desde su región con un paro indefinido que va por el día 19. Hasta esa hora, Camacho y Marco Pumari (cívico de Potosí) ya habían dejado la Biblia y la carta de renuncia que fue el mandato del Cabildo realizado en Santa Cruz y luego en el país.
“Espero que Mesa y Camacho hayan entendido mi mensaje, pedirles a ellos y a otros comité cívicos no maltraten a hermanas y hermanos, no perjudiquen, no engañen con mentiras, no utilicen al pueblo con prebendas para hacer daño al pueblo boliviano. Le he dicho a todos los bolivianos y al mundo entero que sepan cómo grupos oligárquicos conspiran contra la democracia. Es histórico, inédito, sin embargo, tengo la obligación de buscar la paz”, añadió.