Dos días después de que Evo Morales presentara su renuncia a la presidencia de Bolivia, la pelea ha pasado al plano conceptual: qué fue lo que pasó en el país y cómo se debe abordar. 

Durante su discurso de renuncia, Morales denunció ser víctima de un golpe de estado cívico, político y policial y afirmó que su paso al costado era para dar seguridad a su gente, víctima de lo que denunció como una persecución de grupos violentos.

Desde ahí, la idea de que su salida del poder se trató de un golpe de estado ha cobrado fuerza, especialmente en el exterior del país donde una larga lista de líderes políticos ha manifestado su rechazo al “Golpe” al punto de que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador le ofreció asilo político y mandó un avión de su fuerza aérea para recogerlo. 

Los argumentos a favor de la teoría de Morales hablan de una ruptura del orden constitucional después de que el comandante de las Fuerzas Armadas le quitara su respaldo pidiendo la renuncia.  

Evo Morales cae en un contexto de una insurrección popular. Las Fuerzas Armadas le quitaron el respaldo, la COB (central obrera) le exigió la renuncia. El rol protagónico, en todo esto, lo tuvo la intervención de las masas que superó, y por mucho, la zona de influencia de la “media luna” opositora. Los mineros de Potosí se movilizaron hacia La Paz para exigir la renuncia y fueron agredidos por militantes oficialistas en el camino. En La Paz, bastión obrero, también se produjeron movilizaciones contrarias al presidente. En Cochabamba, trabajadores transportistas y de la Federación de Trabajadores Fabriles también se manifestaron. En Santa Cruz, marcharon docentes y médicos, y uno de los muertos de allí participaba de una marcha de trabajadores transportistas. Evo no pudo derrotar ese movimiento, y terminó perdiendo el apoyo de las centrales obreras.

La crisis política venía encubándose desde que Evo Morales optó por una cuarta reelección, contradiciendo la Constitución boliviana. Lo hizo desobedeciendo los resultados del referendo de 2016, cuando el pueblo soberano rechazó modificar la Constitución. La decisión del Tribunal Electoral de permitirle su postulación como candidato, empeoró la situación. El conteo suspendido por horas la noche de las elecciones y los informes de instancias internacionales constatando múltiples irregularidades, proyectaron la imagen de que el régimen se encaminaba hacia un autoritarismo.

Un golpe de Estado implica una intervención usualmente militar, para deponer a una autoridad electa. El 10 de noviembre, la institución militar boliviana entró a controlar lo que pareció la caída de la república en el caos, apoyando a quienes exigían una vuelta a la institucionalidad democrática. Algo de golpe y de insurrección popular hay. La conducta de Morales, manipulando instituciones con las ventajas del poder, es tendencia reciente de liderazgos que se creen que encarnan la voluntad popular y que por tanto no tienen que seguir las normas de los simples ciudadanos.

Evo se refugia en México

Mientras el debate de golpe o no golpe sigue, Morales voló rumbo a México después de que este país le conciera asilo político pero prometió regresar pronto a Bolivia “con más fuerza y energía”.

“Hermanas y hermanos, parto rumbo a México”, escribió en Twitter. Un avión de la Fuerza Aérea mexicana voló vía Lima para llevar a Morales a México, que le concedió asilo. Evo Morales publicó este mensaje en la red social minutos después de otro en el que aseguraba haberse refugiado en la región de Cochabamba, en el centro de Bolivia, sin especificar el lugar concreto.

Morales publicó en Twitter una fotografía tumbado en el suelo sobre una manta, en un mensaje en el que agradeció el apoyo de “las federaciones del Trópico de Cochabamba”, en referencia a sindicatos cocaleros a los que nunca dejó de pertenecer durante su presidencia.  

“Evo Morales ya está en el avión del Gobierno de México enviado para asegurar su traslado seguro a nuestro país”, ratificó también el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, en Twitter.  

Condición de refugiado

La Secretaría de Gobernación de México, además anunció que Morales puede optar por solicitar la condición de refugiado en México, lo cual garantiza su “no devolución” a su país de origen o el lugar donde se amenace su vida

Gobernación de México precisó que ese procedimiento para la solicitud de la condición de refugiado ha sido divulgado ante los recientes acontecimientos en Bolivia. Explicó que una vez que esté en territorio mexicano puede hacer su petición ante la Coordinación General de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), que emitiría una resolución a los 45 días posteriores a la petición.

El mandatario boliviano dimitió de su cargo el pasado domingo debido a la presión popular que se manifestaba en las calles exigiendo su salida y que las Fuerzas Armadas y la Policía le sugirieran renunciar para restablecer el orden en ese país, lo que agravó la crisis con una ola de saqueos, incendios y otros disturbios en buena parte del país. 

Las principales ciudades permanecen la noche de este lunes, prácticamente desiertas, después de que durante el día en algunas como La Paz y el Alto se registraran nuevos episodios de violencia, por parte de los seguidores del exgobernante.  

Frenar violencia en Bolivia

Al respecto, las Fuerzas Armadas bolivianas decidieron realizar operaciones conjuntas con la Policía para contener la violencia desatada en varias regiones del país por leales al renunciante presidente Evo Morales, dijo su comandante general William Kaliman. 

Durante los operativos de la Policía en los que participa la Fiscalía, se logró arrestar a 34 miembros de tribunales electorales de Bolivia en relación con un supuesto fraude en las elecciones del 20 de octubre, según informa DW. 

Entre los detenidos hay vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y los tribunales departamentales, además de un funcionario, dijo el fiscal general del Estado, Juan Lanchipa, según un comunicado del Ministerio Público.


Con información de DW, El País, Infobae, Reforma