Colombia no termina de despertarse de su pesadilla: los horrores de la guerra civil aun están por conocerse y cada tanto aparecen nuevas evidencias de las terribles prácticas de los actores involucrados. Esta semana se conoció una fosa común masiva donde supuestamente se habrían enterrado los cuerpos de los civiles asesinados por el Ejército para hacerlos pasar por guerrilleros caídos en combate -Falsos Positivos- y la memoria del horror reapareció. 

La ubicación fue entregada por un soldado que decidió someterse a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), quién contó no sólo coordenadas de puntos importantes para la investigación, sino que detalló la forma en que los superiores y altos mandos del Ejército coordinaban los asesinatos y posteriores traslados de los cuerpos a zonas alejadas del lugar de residencia de cada fallecido.

El informe que fue publicado por Noticias Caracol, muestra el testimonio del soldado, al cual se le ocultó su identidad por motivos de seguridad, en el que narra la coordinación que había dentro del Ejército en cada una de las etapas en las que se vieron involucrados los jóvenes desaparecidos.

En primer lugar, contó cómo los jóvenes llegaban siendo engañados con supuestos trabajos por al parecer un desmovilizado de las Farc, al que mencionan como ‘Pullanube’, su llegada a los batallones, la forma en que eran dados de baja y la manera en la que eran vestidos para hacerlos pasar por guerrilleros caídos en combate, función que afirma realizar el propio soldado que cuenta los hechos.

“Se hizo monótono… Todo el mundo se quedaba callado, cada uno pensaba: ¿cuándo nos va a tocar a nosotros? Siempre era la misma rutina, salíamos entre las 10:00 p.m. y la media noche. Las ejecuciones eran en la madrugada, entre las 4:30 a.m. y las 5:30 a.m.”, relató el uniformado.

Uno de los detalles más escabrosos narrado por el uniformado, fue cómo los mismos militares montaban una especie de “puesta en escena” para confundir a los investigadores y que pareciera un combate común y corriente, además de contar la forma en que eran asesinados los jóvenes a sangre fría.

“Se hacía como si ellos (los jóvenes) se hubieran replegado; quedaban abiertos, no todos en un solo punto. Después, se disparaba a la vegetación para que los investigadores vieran que sí hubo contacto pero en realidad era teatro(…) Se ejecutaban de frente; iban caminando, los llamaban y cuando volteaban a ver, los ejecutaban”, comentó el uniformado para el informativo.