Evo Morales no quiere aceptar que, sin importar la legalidad del mecanismo, su mandato en Bolivia concluyó. Según el expresidente, la orden de detención que emitió en su contra la Fiscalía boliviana “no procede legalmente” porque sigue “siendo presidente” del país, ya que la Asamblea Legislativa “no aceptó ni rechazó” su renuncia.
“La orden de aprehensión es injusta, ilegal e inconstitucional porque no procede legalmente. Sigo siendo presidente y por eso se debe cumplir con los procedimientos de la ley boliviana”, afirmó en una rueda de prensa en Buenos Aires y posteriormente a través de la red social Twitter.