Pero la confrontación se avivó aún más luego de que el viernes último murió un contratista civil estadounidense y varios soldados resultaron heridos durante un ataque con cohetes contra una base con presencia militar norteamericana en Iraq.
A pesar de que las autoridades iraquíes dijeron que estaban en curso investigaciones sobre ese hecho, Washington de inmediato acusó a la milicia Hizbulah Kataib, una de las integrantes de las Unidades de Movilización Popular (UMP) de Iraq, de estar detrás del ataque, con el apoyo de Irán.
Con ese argumento, el domingo fuerzas norteamericanas bombardearon cinco instalaciones de Hizbulah Kataib, en una operación en la que perdieron la vida 25 combatientes y resultaron heridos otros 50.
Esa acción, que fue condenada por el gobierno iraquí como una violación de la soberanía de su país, condujo a que manifestantes y miembros de milicias realizaran el martes fuertes protestas en la embajada estadounidense en Bagdad.
Trump acusó a Irán de estar detrás de esas movilizaciones, que se tornaron violentas, y lanzó amenazas a la nación persa, la cual negó tener alguna responsabilidad en los hechos ocurridos en la capital del territorio vecino.
En un comunicado difundido anoche, el Departamento de Defensa confirmó que, por orden del mandatario republicano, fue asesinado el general iraní Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds, en una operación con helicópteros y drones cerca del Aeropuerto Internacional Muhamad Alaa de Bagdad.
También murieron en la incursión el subcomandante de las UMP, Abu Mahdi al Muhandes, y otras siete personas.
Para justificar ese golpe, que fue calificado por Irán como un acto de terrorismo internacional extremadamente peligroso, el Pentágono dijo que Soleimani y la Fuerza Quds fueron responsables del deceso de cientos de miembros de la coalición encabezada por Estados Unidos en el área.
Legisladores republicanos elogiaron al presidente por esa acción, al manifestar que Trump había llevado la justicia a decenas de familias militares estadounidenses.
‘El precio de matar y herir a los estadounidenses acaba de subir drásticamente’, dijo al respecto el senador de la fuerza roja Lindsey Graham, un aliado cercano del gobernante, mientras su colega Tom Cotton sostuvo que ‘Estados Unidos está más seguro ahora después de la desaparición de Soleimani’.
Sin embargo, aunque los demócratas se refirieron al asesinado general como ‘enemigo’, cuestionaron la autoridad de Trump para realizar una operación de ese tipo sin aval del Congreso y, como en el caso del senador Tom Udall, lo acusaron de llevar al país ‘al borde de una guerra ilegal con Irán’.
‘Una escalada tan temeraria de hostilidades es probablemente una violación de la autoridad de guerra del Congreso, así como de nuestro acuerdo de base con Iraq’, expresó ese legislador, y añadió que es posible que este hecho ‘nos hunda en otra guerra desastrosa en el Medio Oriente que el pueblo estadounidense no pide y no apoya’.
No podemos poner en riesgo la vida de los miembros del servicio, diplomáticos y otros al participar en acciones provocativas y desproporcionadas. El ataque aéreo implica el riesgo de provocar una escalada peligrosa de la violencia, sostuvo, a su vez, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Sobre el tema también se pronunciaron algunos de los precandidatos demócratas a la Casa Blanca, entre ellos el exvicepresidente Joe Biden, quien afirmó que Estados Unidos podría estar al borde de un gran conflicto en todo el Medio Oriente, y consideró a la administración carente de disciplina y de visión a largo plazo para enfrentar la situación.
La peligrosa escalada de Trump nos acerca a otra guerra desastrosa en el Medio Oriente que podría costar innumerables vidas y billones de dólares más. Trump prometió poner fin a las guerras interminables, pero esta acción nos pone en el camino hacia otra, escribió en Twitter el senador y también aspirante a la presidencia Bernie Sanders.
Reacción de Rusia y China
“Vemos el asesinato del general Qasem Soleimani como un paso aventurero que conducirá a un aumento de la tensión en toda la región”, sostuvo este viernes la Cancillería rusa en un comunicado. Para Moscú, el comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraní (IRGC) “se dedicó a defender los intereses nacionales de Irán”.
A su vez, el jefe del comité de Asuntos Internacionales del Senado ruso, Konstantín Kosachov, aseguró que el asesinato en un bombardeo ordenado por el presidente estadounidense Donald Trump parece una “venganza” por el asalto a la embajada de su país en Bagdad y pronosticó nuevos enfrentamientos entre Estados Unidos y los radicales chiíes. “Me gustaría equivocarme, ya que las guerras con fáciles de empezar, pero difíciles de acabar”, dijo.
China, en cambio, hizo un llamamiento a la moderación. “Instamos a las partes relevantes, especialmente a Estados Unidos, a que mantengan la calma y ejerzan moderación para evitar una mayor escalada de las tensiones”, dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Geng Shuang, en una reunión informativa diaria para la prensa. “China siempre se ha opuesto al uso de la fuerza en las relaciones internacionales”.
Irán, China y Rusia realizaron ejercicios navales conjuntos en el Océano Índico y el Golfo de Omán la semana pasada y el ministro de Relaciones Exteriores iraní visitó Beijing a principios de esta semana. China y Rusia también son partes del acuerdo nuclear de 2015 con Irán, del que Trump se retiró en mayo del año pasado.
También el Reino Unido llamó a la calma, aunque mostró su rechazo hacia la política del régimen iraní. El ministro de Asuntos Exteriores Dominic Raab dijo que Londres “siempre ha reconocido la amenaza agresiva” que representan Soleimani y su Fuerza Quds, pero aclaró: “Tras su muerte, instamos a todas las partes a que desescalen. Un mayor conflicto no es de nuestro interés”.
Más crítico con la decisión de Washington se mostró Francia. Amelie de Montchalin, secretaria de Asuntos Europeos, dijo que el asesinato del alto comandante militar iraní ha hecho que el mundo sea “más peligroso”. La funcionaria anticipó a la radio RTL que el presidente Emmanuel Macron consultaría pronto con “los actores de la región” en las próximas horas.
“En este tipo de operaciones, cuando vemos que se está produciendo una escalada, lo que queremos por encima de todo es estabilidad”, dijo Montchalin. “Todos los esfuerzos de Francia… en todas las partes del mundo tienen como objetivo asegurar que estamos creando las condiciones para la paz o al menos la estabilidad”, añadió.
El régimen sirio, aliado de Teherán, acusó a Washington de intentar alimentar el conflicto en el Medio Oriente. “Esta cobarde agresión estadounidense… solo fortalecerá la determinación de seguir el camino de los líderes mártires de la resistencia”, dijo un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores citado por la agencia estatal de noticias SANA.
El Pentágono informó que el ataque, en el que murió también el vicepresidente de las milicias chiíes iraquíes Multitud Popular, Abu Mahdi al Mohandes, buscaba “disuadir” futuros planes de Irán. “El general Soleimani estaba desarrollando activamente planes para atacar a los diplomáticos y miembros del servicio estadounidenses en Irak y en toda la región”, señaló el Departamento de Defensa en un comunicado.
El líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatollah Khamenei, aseguró este viernes que quienes asesinaron al comandante Soleimani se enfrentan a una “dura venganza”. “El martirio es la recompensa por su incansable trabajo durante todos estos años”, agregó.