Con el agua al cuello por las masivas movilizaciones sociales que se viven en Chile desde mediados de octubre, el presidente Sebastián Piñera presentó una propuesta de reforma al lucrativo sistema de pensiones que proyecta incrementos del 20% para los hombres y del 32% para las mujeres en un país donde la jubilación promedio es casi la mitad del sueldo mínimo.
La iniciativa aumenta en forma gradual a un 6% la cotización adicional con cargo al empleador, destinando un 3% al ahorro individual y un 3% a un Fondo de Ahorro Colectivo con carácter solidario (de reparto), incluyendo un aporte inicial del Estado.
Según detalló el empresario, ambos componentes se sumarán al Pilar Solidario que financia el Estado, para dar paso a un “nuevo sistema previsional”.
Como parte de esos cambios, considera beneficios a quienes tengan un número mínimo de cotizaciones -aun no definido- para que reciban “un aumento significativo de sus pensiones”. En el caso de los hombres, indicó Piñera, este aumento será de $56.600 mensuales (unos 80 dólares), lo que significaría “un aumento promedio de 20% de sus pensiones y beneficiará a más de 500 mil pensionados”.
En el caso de las mujeres se calcula un aumento de 70.800 mensuales (100 dólares), que significaría “un aumento promedio de 32% de sus pensiones y va a beneficiar a más de 350 mil pensionadas”.
El senador socialista, Juan Pablo Letelier, reprochó en radio Bío Bío que “la propuesta del presidente Piñera yo creo que va a quedar muy corta con las expectativas porque insiste en el sistema de cuentas individuales y ese es el sistema que fracasó”.
Al mismo medio, la diputada de Convergencia Social, Gael Yeomans, enfatizó que “nos seguimos encontrando con cambios cosméticos a la reforma que ya presentaron. Entonces cuando dicen que van a hacer un cambio, uno espera un cambio sustantivo. No deja de ser un minireparto. Y lo que hoy necesitamos es un sistema mixto”.
Afiliados a los directorios
En el oficialismo, por su parte, destacaron el esfuerzo como “histórico”, y llamaron a la oposición a legislar con “realismo”.
El diputado de derecha, Guillermo Ramírez, recalcó que el aumento situará las pensiones a un estándar mínimo de dignidad, mientras su par de Renovación Nacional, Alejandro Santana, aseguró que la cifra es equilibrada.
“Ni un solo jubilado va a recibir una pensión que quede por debajo de la línea de la pobreza. Todos aquellos que cotizaron por algún tiempo van a tener una pensión que al menos sea igual al sueldo mínimo en Chile. Va a haber más competencia, va a haber participación de los afiliados en el directorio de las AFP y esos son cambios considerables. Y el 6% es, sin duda, un 6% de equilibrio”, subrayó.
En cuanto a la administración de los fondos de pensiones, el empresario precisó que la participación de los afiliados se ampliará, en concreto, a través de comités con participación en los directorios y anunció que abrirán la industria a actores sin fines de lucro.
Además, el proyecto prohibiría a las administradoras cobrar las comisiones por inversión en Fondos Mutuos Nacionales y devolver parte de las mismas a los cotizantes en caso de obtener rentabilidades negativas.
Discusión prelegislativa
En definitiva, la propuesta vio la luz luego de una serie de reuniones en el Congreso durante la tarde de martes, donde oficialismo y oposición acercaron algunas posiciones respecto a la propuesta para la reforma a las pensiones.
Durante la tarde del miércoles, previo al anuncio presidencial, la ministra del Trabajo, María José Zaldívar, insistió en que para la mejora de las pensiones que plantea el Ejecutivo es necesario destinar un porcentaje de la cotización adicional a ahorro individual.
“El aumento de la tasa de cotización, que va a ser de cargo del empleador, destinamos una parte de ella a mejorar las pensiones de los actuales y destinamos otra a un ahorro que permita mejorar las pensiones de quienes son actualmente trabajadores. Para mejorar las pensiones necesitamos recursos y no podemos destinar todos los recursos que vamos a tener para mejorar solamente a un grupo”, precisó.
En tanto, en un tono más duro, el diputado de Renovación Nacional, Alejandro Santana, aseguró estar de acuerdo con aumentar el monto de la cotización, pero advirtió que su distribución debe contemplar garantías para las cuentas individuales de los trabajadores.
“Es importante que esto no se transforme 100% en impuesto al trabajo. El sistema de reparto ha fracasado en el mundo y no podemos replicar en Chile un sistema que fracasó. Creo que hay que ser generoso, pero principalmente teniendo igualdad de condiciones tanto de las cuentas individuales como las que se van a solidaridad”, remarcó.
Con información de Biobío, Cooperativa, Emol