Una vez más, la derecha chilena hace algo distinto a lo que promete. Aunque el proyecto para restablecer el voto obligatorio fue presentado por un par de parlamentarios de su sector -en compañía de varios más de la oposición- los herederos de Augusto Pinochet votaron en bloque para rechazar la reposición del voto obligatorio. 

La pregunta y la respuesta son casi obvias: ¿Por qué le tiene miedo a la obligatoriedad del voto? La última encuesta CEP responde: Sebastián Piñera solo tiene un 6% de aprobación, el mínimo histórico alcanzado nunca por un presidente. 

El argumento, en cambio, sigue las líneas tradicionales bajo las cuales el sector defiende sus intereses: la libertad.  Así, la idea de lo público (cómo la educación) puede ir, según ellos, en contra de la libertad de decidir un tipo de educación.

El fracaso del proyecto del voto obligatorio es una pedrada al movimiento social que espera que se implementara a partir de un plebiscito constituyente que se realizará el 26 de abril.

El proyecto de ley no alcanzó la votación necesaria en la Cámara de Diputados por lo que fue rechazado y archivado. Legisladores opositores esperaban implementar la obligatoriedad a partir del plebiscito en el que los chilenos deberán decidir si quieren una nueva Constitución para remplazar a la actual heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

“Pensamos como gobierno que no es el momento adecuado para presentar esta señal en concreto”, dijo el ministro de la Presidencia, Felipe Ward, en representación del conservador gobierno de Sebastián Piñera que no estaba de acuerdo con reinstalar el voto obligatorio, sustituido por el sufragio voluntario en el 2012.

Pocos votos

Tras este cambio, el país registró una escasa participación electoral con cifras que no han superado el 50% del padrón en las elecciones populares. En los últimos comicios presidenciales en diciembre de 2017, Sebastián Piñera fue elegido en segunda vuelta con una participación del 49,2% del padrón electoral de unos 14,3 millones de personas, según cifras oficiales.

Tanto la votación obligatoria como la nueva Constitución, son dos anhelos demandados en las calles en las manifestaciones que no cesan desde que se produjo el estallido social en Chile hace más de tres meses y que ha dejado 29 personas muertas, en la peor crisis que ha visto el país desde el retorno a la democracia en 1990.