La campaña iniciado por algunos ministros bolivianos para la postulación de Jeanine Áñez a un nuevo mandato presidencial en las elecciones del 3 de mayo ha revuelto la política local y tiene atemorizados a personajes como Luis Fernando Camacho, el líder cívico religioso que encabezó las protestas que forzaron la salida de Evo Morales.

La presidenta ha manifestado que no tiene intenciones de candidatear, tal como lo dijo Camacho en su momento y el mismo Jorge “Tuto” Quiroga, pero sus ministros, especialmente Arturo “el cazador” Murillo, quieren alargar su mandato.

No existe ningún impedimento para que Áñez pueda ser candidata a la Presidencia; sin embargo, sería paradójico que la persona que entró a reemplazar a un gobernante cuestionado por su amor por el poder actúe de la misma forma. Incluso, repitiendo situaciones atípicas como ser presidente y candidata, 

El capital político que ha acumulado Áñez en su corto mandato, gracias a su discurso y posición equilibrada, la han convertido en una excelente opción para que su entorno la considere como protagonista importante para las próximas elecciones. Y eso, sus aliados no lo quieren dejar pasar.

Claro, para su partido, (UD) -el principal partido de la alianza Bolivia Dijo No que en las elecciones del 20 de octubre logró 4.41% de los votos- la presidenta se ha convertido en una especie de tabla de salvación.

Sin duda, Áñez ha tenido importantes logros en su corta gestión al haber logrado la pacificación del país y con la elección de nuevos vocales electorales, logró sanear el Tribunal Supremo Electoral, dando solución a una de las demandas que provocaron las movilizaciones que terminaron con la renuncia de Evo Morales a la Presidencia de Bolivia y su posterior huida a México. 

De aceptar la candidatura pondría en entredicho la coherencia con la que ha venido actuando durante su mandato. 

En una entrevista con una cadena nacional el 12 de diciembre, Áñez manifestó que no tenía intención de postularse a la Presidencia. “No sería honesto de mi parte, lo asumí (el mandato) con el compromiso de llevar elecciones transparentes (…). Yo ya no tenía aspiraciones políticas”, aseguró. 

A pesar de ello, el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez manifestó “a título personal” que Áñez debería candidatear por la capacidad que ha demostrado dirigiendo el país. Este jueves, el ministro de Gobierno Arturo Murillo también apoyó la propuesta, señalando que la presidenta era la única salvación para el país.