Desde la caída de Evo Morales, los periódicos bolivianos han decidido alinearse con el gobierno de Jeanine Áñez, alejándose de la intención de objetividad del oficio. Una larga lista de casos de corrupción y malos manejos han sido ocultados por la prensa que de la noche a la mañana se convirtió en vocera oficial de un gobierno sin pies ni cabeza.

Desde su altar predicador, varios de estos medios han ensalzado los crímenes del gobierno interino que decidió prolongarse y con noticias tendenciosas como reportajes sobre la cama de Evo Morales han tratado de justificar el autoritarismo de personajes oscuros como el ministro de Gobierno, Arturo Murillo.

Hoy, el que da una lección de politización ordinaria es El Deber: “Supuestos masistas le caen a pedradas al hotel donde Pumari anunció el inicio de su campaña” titula el diario de Santa Cruz, culpando de una serie de desmanes a presuntos seguidores de Evo Morales, una narrativa que cuadra perfectamente con el fantasma del terror creada desde el gobierno de la Biblia y el fusil.

Vamos a ocupar su lógica entonces: Un supuesto diario utiliza la información para supuestamente favorecer a un gobierno supuestamente democrático.

Bajo la información, supuestos periodistas crean un imaginario que favorece al gobierno de Áñez -uno de los mayores compradores de publicidad que supuestamente estaría comprando el contenido del periódico.

No.

El supuesto no es un hecho informativo y en su nota tendenciosa el supuesto periódico está queriendo canalizar la opinión pública hacia conclusiones sin fundamentos.

“Una vez terminado el acto, los supuestos masistas, sugún (sic) publicaciones de la prensa La Paz, le cayeron a pedradas al edificio donde aún se encontraba el candidato a vicepresidente por la alianza política Creemos”.

En este párrafo vemos otra herramienta de la mentira periodística: “según la prensa” ¿No son ellos la prensa? ¿La prensa es un comodín para decir lo que un medio quiere hacer creer? En este caso aparece como sinónimo de “las redes sociales opinan que…” cuando hay tres pelagatos en twitter diciendo algo que un medio quiere afirmar.