Dentro de las estupideces que ha dejado la paranoia del Coronavirus, los bolivianos se han anotado un par, la última de estas fue la protesta y el bloqueo indefinido de una carretera en contra de los planes de construcción de un hospital para tratar a los pacientes con la enfermedad.

El pueblo de la polémica es Warnes, al norte de Santa Cruz, quienes según informa El Deber se oponen a la apertura de un centro de atención para pacientes con coronavirus, luego de que la presidenta interina Jeanine Áñez llegara hoy hasta ese municipio para anunciar el funcionamiento de dicha entidad en ambientes de la exescuela militar antiimperialista. 

Los pobladores argumentan que las instalaciones de la actual Escuela Militar de Ingeniería “Héroes de Ñancahuazú” no cuenta con el equipamiento necesario para atender a pacientes con el virus, por lo que resulta riesgoso para los vivientes del kilómetro 22 de la ruta al norte. 

“No queremos que traigan a la enferma. Si en Santa Cruz no la han querido, como la vamos a recibir en este lugar, que vive gente de escasos recursos”, manifestó, Ever Iban, un vecino entrevistado por ese periódico. 

Ever dijo que no permitirán que se aíslen a pacientes con coronavirus en el cuartel militar, debido a que a su alrededor existen colegios y urbanizaciones, donde viven más de 40 mil habitantes, que pueden corren el riesgo de ser contagiados.

Por su parte, Victor Sosa, presidente de una Unidad Vecinal de la zona, confirmó que la medida del bloqueo es indefinida y que la única forma de levantarla es que retire el albergue temporal de la ruta a Warnes.

“Pedimos a la presidenta y al ministro de Salud que no envié a la mujer (con Covid-19), donde vive la gente que no tiene dinero ni para comprarse un barbijo. (…) Todos estos vecinos, no levantaran el bloqueo si ellos no se retractan”, explicó el dirigente vecinal.

En la ruta al norte varios vehículos quedaron varados ante el sorpresivo bloqueo de los vecinos.

El albergue temporal instalado por la emergencia del coronavirus en la escuela ‘Héroes de Ñancahuazú’, tiene la capacidad para atender a 50 pacientes, que estarán bajo la supervisión médica de un equipo de especialistas.

Dos plantas, de las cuatro que existen en la exescuela Antiimperialista, fueron las habilitadas para atender los casos sospechosos o confirmados de Covid-19. Cada ambiente tiene su propio baño y ducha. Además, en la zona de los dormitorios existen camas dobles para los albergados.

“Un centro como éste que tiene la capacidad de albergar en forma separada cada paciente. Nos permite primero optimizar los recursos porque vamos a tener personal sanitario permanente, que va a atender a un paciente asintomático o sospechoso en el aislamiento obligatorio de 14 días”, informó el ministro de Salud, Aníbal Cruz.