Después de catorce años denunciando manejos al menos abusivos de los recursos públicos por parte del gobierno de Evo Morales, a los antiguos opositores les bastaron semanas para saltarle a la bolsa pública y hacer del Estado una billetera. Hoy, el escándalo que debería sacudir Bolivia es el cumpleaños de la hija de Jeanine Áñez, la presidenta que nadie eligió.
Debería pero no lo hace: los bolivianos parecen estar acostumbrados a la corrupción y un hecho que costaría la cabeza de un mandatario en cualquier país, allí se ha convertido en un fusible de empate: ¿si antes lo hicieron, porque ellos no? Se pregunta el oficialismo dando la razón a quienes les aplican el dicho local: la misma chola con otra pollera.
El Movimiento Al Socialismo (MAS) del ex presidente boliviano Evo Morales ha pedido explicaciones al nuevo Gobierno por la fiesta de cumpleaños con la que habría infringido la cuarentena vigente por la pandemia de coronavirus.
El origen de la polémica se sitúa en Mauricio Raña, hijo de la diputada oficialista Gina Torres. Durante el fin de semana se publicaron vídeos en redes sociales que le mostraban en un avión de la Fuerza Aérea y, horas después, él mismo difundió imágenes junto a los hijos de Áñez en La Paz.
Según informó la prensa boliviana en un primer momento, Raña habría viajado de Tarija a La Paz en un avión militar con la única intención de asistir al cumpleaños de Carolina Ribera, la hija de Áñez.
Posteriormente, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, aclaró que el joven había viajado junto a su madre porque ella tenía que asistir a una votación en el Congreso. “Ella tiene un problema de salud complicado, le cuesta caminar, tiene un problema en las rodillas. Por eso necesita alguien que la ayude”, justificó.
No obstante, Murillo reconoció que el traslado de ambos a La Paz se hizo en un avión militar y que después acudieron al cumpleaños de Rivera, puesto que la diputada “es muy amiga de la presidenta”.
“Dos o tres días después fue el cumpleaños de Carolina, y creo que su madre tiene derecho a soplarle una torta. No es un pecado soplarle una torta a una hija, y, obviamente, invitó a su amiga, a Ginna, y claro, fue con su hijo, y se tomaron unas fotos”, explicó.
Este suceso ha desatado las críticas de la oposición, que considera un escándalo que Torres y su hijo usen un avión militar para ir a La Paz cuando las pruebas diagnósticas del coronavirus que se hacen en Tarija viajan por tierra a laboratorios en la capital boliviana o Santa Cruz.
En este contexto, la senadora del MAS María Elizabeth Oporto ha formulado este martes una Petición de Informe Escrito (PIE) a Murillo sobre las acciones emprendidas contra la hija de Áñez por dar una fiesta de cumpleaños en plena cuarentena.
Oporto ha esgrimido que no se puede tener mano “suave” para unos y “dura” para otros, recordando el caso de la alcaldesa de Vinto, Patricia Arce, del MAS, detenida por dar una fiesta a su hijo violando con ello las medidas de confinamiento, según informa ‘Página Siete’.
La senadora del MAS ha avanzado además que solicitará otro PIE al ministro de Defensa, Fernando López, sobre el uso de los aviones de la Fuerza Aérea por el caso de Raña y el de la ex miss Yarakoby Shiraishi, que el sábado voló en un aparato militar desde Rurrenabaque a El Alto, según Murillo, por “razones humanitarias”.