Idas y vueltas del Comandante Cero
Pastora nació el 15 de noviembre de 1936 en Ciudad Darío, estudió en un colegio jesuita y se trasladó a México para estudiar medicina en la Universidad de Guadalajara. No concluyó sus estudios y volvió a Nicaragua en 1959. Pero la leyenda del Comandante Cero comenzó el 22 de agosto de 1978, cuando Pastora encabezó el movimiento guerrillero que tomó por asalto el Palacio Nacional de Managua y, durante varios días, mantuvo retenidos a más de un millar de congresistas afines al dictador Anastasio Somoza. Tal como destacara el periodista Luis Bruchstein , los miembros del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) exigían “la liberación de presos y desaparecidos, el pago de 8 millones de dólares en Panamá, Cuba y México y que se facilitara su salida con ómnibus y aviones”. Dos meses más tarde, el líder del FSLN y actual presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, nombró a Pastora jefe del Estado Mayor General del Ejército insurgente. Confirmado en 1979 el triunfo de la revolución sandinista, el exguerrillero asumió como viceministro en el departamento de Interior, pero abandonó el cargo descontento por lo que denunció como un alineamiento con Cuba y la Unión Soviética del gobierno encabezado por Ortega. Para que no quedaran dudas, se despidió con una carta pública dirigida a la Dirección Nacional del FSLN y al pueblo de Nicaragua.
A fines de 1982 y ya radicado en Costa Rica, Pastora fundó la Alianza Revolucionaria Democrática (ARDE) junto a Alfonso Robelo, Fernando Chamorro y Donald Castillo Orozco, con el objetivo de enfrentar política y militarmente a los sandinistas, y dirigió una de las facciones de la llamada “Contra”. En 1984, durante una conferencia de prensa, fue el blanco de un atentado en la localidad de La Penca, al norte de Costa Rica. Resultó ileso pero murieron 11 personas, entre ellos varios periodistas.Luego de la derrota electoral sandinista en 1990, Pastora se instaló en Costa Rica, donde obtuvo la ciudadanía y se dedicó a la pesca y al turismo. A su regreso a Nicaragua se incorporó a la vida política y en 1996 intentó ser candidato a la presidencia, pero fue inhibido por el Consejo Supremo Electoral por tener la doble nacionalidad nicaragüense y costarricense.
Tras años de distanciamiento con el FSLN, Pastora se reconcilió con Ortega cuando éste retornó al poder en 2007, y se convirtió en uno de sus más activos defensores. Fue nombrado delegado en la comisión de desarrollo del río San Juan, fronterizo con Costa Rica. El exguerrillero quedó en el centro de una disputa fronteriza entre ambos países que estalló en octubre de 2010, a raíz de las obras de dragado del río San Juan que quedaron a su cargo. En concreto, Costa Rica acuso a Nicaragua de incursionar militarmente en su territorio y generar daños ambientales. La Corte Internacional de Justicia (CIJ) condenó al país en 2018 a pagar una millonaria indemnización por el caso. En medio del conflicto, Pastora llegó al extremo de ser incluido en la lista de los más buscados por la Organización Internacional de la Policía Criminal (Interpol), a pedido del gobierno costarricense. “Varias veces me ha tocado hacer el papel de chico malo”, se defendió Pastora en referencia a aquel episodio, pero resumiendo buena parte de su apasionante vida.