Luis Fernando Camacho, el líder ultraderechista que juró no ser candidato a la presidencia y hoy pelea por el primer sillón en Bolivia, es conocido por su machismo y misoginia. A pesar de hablar de ser el candidato de la familia y de estar en contra del divorcio, ya lleva dos a cuestas.

En el último debate presidencial al que asistió, el empresario dijo que la regulación del trabajo por hora ayudará a los jóvenes a trabajar y estudiar y a las mujeres a «atender la casa» y trabajar, o si estas prefieren a estudiar y trabajar.

«Hasta que eso suceda, durante el tiempo que llevemos adelante la generación de una nueva ley en ese concejo, obviamente vamos a tomar las medidas necesarias que sí podemos hacerlo, como las nuevas normativas que pueden regular lo que significan el trabajo por hora, para los jóvenes y las mujeres, que de esa manera los jóvenes puedan estudiar y trabajar, y nuestras mujeres puedan también atender la casa y trabajar o estudiar y trabajar. Eso durante el tiempo que nosotros llevemos, y eso va a ocasionar que se olviden de lo que significa hacer política con la dirigencia del trabajo», manifestó Camacho, en el marco de su propuesta de una nueva Ley General del Trabajo para el país.

En los últimos dos foros presidenciales, desarrollados luego de 18 años, el conservadurismo político saltó a la agenda electoral de la mano de al menos dos candidatos presidenciales, Luis Fernando Camacho, de Creemos, y Chi Huyn Chung, del Frente para la Victoria (FPV), que cuestionaron la despenalización del aborto e insinuaron un rol secundario de la mujer, al amparo de su fundamentalismo religioso.