Existe consenso de que apenas deje de ser presidente de Chile, Sebastián Piñera recibirá una batería de querellas por crímenes de lesa humanidad tanto en su país como en la corte penal internacional. ¿Por qué no las recibe ahora? Porque por más que existan algunas que actualmente estén tramitándose en la justicia, al ser presidente tiene mucha más protección institucional, la cuál como comprenderán, perderá cuando deje de serlo.
Y es que la realidad es incuestionable: organizaciones internacionales de derechos humanos han certificado la violación sistemática de los derechos de los chilenos durante el Estallido Social, llegando a los niveles de la Dictadura de Pinochet: torturas y asesinatos extrajudiciales incluidos, siendo el caso más relevante que estuvo tres semanas reventándole los ojos a los manifestantes, provocando un número de mutilaciones jamás visto en la historia del mundo.