Al menos 3.119 colombinos, 1.311 familias, se han desplazado forzosamente este año, de acuerdo al cuarto informe del Sistema de Monitoreo de Riesgos y Prevención de la Unidad de Investigación y Acusación (UIA) de la JEP
De acuerdo con el sistema de monitoreo, cada media hora un colombiano se vio obligado a abandonar forzosamente su hogar este año.
A esta conclusión llegó la UIA tras analizar los hechos victimizantes reportados en lo corrido de 2021 —con corte al 7 de marzo—, reporte que indica que Norte de Santander, Antioquia, Chocó y Nariño son los departamentos con más casos reportados.
De acuerdo con el informe, los daños son desproporcionados cuando se analizan los crímenes cometidos contra las comunidades indígenas y afrodescendientes.
Por este motivo, la UIA lanzó una alerta y manifestó que la persistencia del desplazamiento forzado amenaza la participación efectiva de varios colectivos que son víctimas reconocidas en el caso 03, que priorizó la situación de Ricaurte, Tumaco y Barbacoas (Nariño); y el 04, que investiga los crímenes cometidos en Urabá.
De acuerdo con los registros de los últimos cuatro años, el crimen de desplazamiento forzado es el que más ha aumentado desde la firma del Acuerdo Final de Paz, además, el desplazamiento masivo de civiles se ha triplicado con respecto al mismo periodo en 2020.
De otra parte, el informe concluye que el ‘clan del Golfo’ y el Eln serían los principales perpetradores de estos hechos, registra además que a la fecha, 21.494 personas y 1.599 familias permanecen en situación de confinamiento.
Frente a las formas del desplazamiento, la UIA encontró que los patrones de desplazamiento masivo y de confinamiento en la actualidad dependen no tanto de las jurisdicciones administrativas sino más de la ubicación de los ‘corredores estratégicos’, que permiten la movilidad de las organizaciones ilegales y el tránsito de drogas, armas y mercancías en diferentes subregiones del país.
“A pesar de los procesos de paz y de los esfuerzos de las entidades estatales, las lógicas de expulsión violenta de personas, familias y comunidades, continúa y muestra señales de empeorar en los próximos meses”, advierte el Sistema de Monitoreo en su informe.
Por otro lado, se identificaron tres factores de persistencia de este delito. En principio, la disputa entre el Eln y el ‘clan del Golfo’ por controlar corredores estratégicos, esto se manifiesta en tramos de carreteras, pasos fronterizos y redes fluviales donde ambos chocan por el control territorial.
En segundo lugar, el ‘clan’ estaría respondiendo a la presión de la Fuerza Pública dispersando sus estructuras en otras regiones como el sur de Bolívar y el Catatumbo.
El tercer factor son las alianzas criminales que apuntan a consolidar mandos coordinados o compartidos como: el ‘Comando Coordinado de Occidente’, ‘Comando Frontera Sur’, y el ‘Bloque Jorge Briceño’ en el Cauca, bajo Putumayo y los Llanos del Yarí, respectivamente.