Nicolás Maduro inició la vacunación de sus seguidores chavistas que tengan carné de la patria y estén registrados en la oficialista plataforma digital Sistema Patria con las dosis rusas y chinas.

La polémica convocatoria en el Hotel Alba, antiguo Caracas Hilton, anunciada por el propio Maduro y las redes chavistas para las personas mayores de 60 años provocó trifulcas y desorden público entre los que acudieron desde las 5 horas de la mañana para ponerse la vacuna y los que no tenían el carnet chavista

La controversia social y las peleas se producen por la escasez de las vacunas anticovid, la falta de un plan nacional y la opacidad y secretismo con que el régimen ha manejado las pocas vacunas rusas y chinas, que no han alcanzado ni para inmunizar al 1% de la población de 30 millones de venezolanos.

Por ahora los vacunados son Maduro, su familia, el entorno gubernamental y político, algunos funcionarios selectos, cubanos, y ahora los inscritos en el Sistema Patria y el Carnet de la Patria.

Los políticos de la oposición han reaccionado de forma airada por la discriminación, comenzando por el presidente interino, Juan Guaidó, que criticó a Maduro y enfatizó la necesidad de sacar al régimen.

El líder ex chavista Nicmer Evans, que impulsa el referéndum revocatorio presidencial, dijo que era una medida cruel y fascista de Maduro.

Otros opositores como Alfredo Ramos, Delsa Solorzano y Andrés Velásquez coincidieron en repudiar la división social del país y de atentar contra la salud de los venezolanos y comprar votos con las vacunas.