China vive una crisis de energía debido a la escasez de carbón, incluso algunas fábricas han tenido que frenar su producción, entre ellas las que proveen a compañías trasnacionales como Apple y Tesla.
Son al menos 15 empresas chinas las que han reportado interrupciones en su producción, mientras que más de 30 empresas que cotizan en Taiwán frenaron operaciones.
Según un informe divulgado por Nikkei, los proveedores de Apple Inc. y Tesla Inc. detuvieron la producción en algunos de sus sitios en China.
El problema surgió después de que se hiciera un ajuste en los estándares de emisiones de gases contaminantes y en medio de una fuerte demanda de industrias que llevaron los precios del servicio de energía a máximos históricos.
En Jiangsu, una provincia cercana a Shanghai con una economía casi tan grande como la de Canadá, las acerías han cerrado y algunas ciudades están apagando las luces de las calles, recoge El Financiero.
El impacto también se ha visto en productores de químicas, tintes, muebles y harina de soya.
Por lo pronto, la Corporación Estatal de la Red Eléctrica de China​ (SGCC, por sus siglas en inglés) se comprometió a garantizar el suministro eléctrico básico y evitar cortes.
Por su parte, la Administración Nacional de Energía (NEA, por sus siglas en inglés) ordenó a las empresas de carbón y gas natural que garanticen el suministro de energía suficiente para mantener los hogares calientes durante el invierno.
Esta crisis de energía eléctrica pone nerviosos a los mercados bursátiles chinos en un momento en el que ya muestra signos de desaceleración y que enfrenta dificultades en los sectores inmobiliario y de tecnología.
El país asiático se comprometió a reducir la intensidad energética en un 3% durante 2021 para cumplir con sus metas climáticas, después de que solo 10 de las 30 regiones del continente alcanzaran sus objetivos energéticos durante el primer semestre del año.

Escasez de todo

Llevamos muchísimo tiempo hablando de la escasez de chips y que cada vez son más los componentes pasivos los que comienzan a escasear mientras que las tierras raras que se emplean suben de precio, pero este parece que todo esto es sólo la punta del iceberg, y es que se indica que China está comenzando a sufrir las primeras consecuencias de una crisis energética que ya está afectado al país y que van a ejercer aún más presión a las cadenas de suministro globales y generar escasez de “todo.

Para cumplir con la cantidad de emisiones de CO2 y evitar un precio al alza del consumo energético, Pekín ha comenzado a racionar el consumo de electricidad, y esto ha comenzado a afectar a su industria, lo que significa que todo el mundo sentirá las consecuencias en las próximas semanas, ya que se habla de una escasez de “todo”, desde tecnología hasta juguetes, ropa o alimentación.

Como casos concretos, se indica que las fundiciones de aluminio, afectadas por el aumento de los precios de los materiales, hasta los productores textiles o compañías que procesan la soja han tenido que frenar su actividad e incluso parar sus operaciones por completo.

A nivel doméstico, en la provincia de Guandong, al sur de China, ya se ha pedido a sus habitantes que aprovechen la luz natural al máximo y que hagan uso de los aires acondicionados sólo si es estrictamente necesario. A esto se le suma que el precio del gas natural se ha incrementado notablemente debido a la escasez existente, al igual que el precio del carbón, por lo que también se encarece el precio de la luz.

Con esta limitación se busca que los precios no sigan subiendo, al igual que la contaminación, a cambio de reducir el margen de crecimiento previsto para el país a un 7,7% anual respecto al inicialmente esperado 8,2% respecto al 2020.