La guerrilla colombiana del ELN ha declarado un nuevo paro armado a nivel nacional, acción de fuerza que busca mostrar capacidad militar y control territorial, pero qué más podría buscar el ELN con este paro armado y como queda el gobierno del débil Iván Duque, aquí cuatro reflexiones.
Primero. El ELN ha hecho paros armados históricamente, con estos buscan mostrar capacidad militar y control territorial, generalmente estos paros armados han sido más de carácter regional que a nivel nacional, pero en esta ocasión hemos visto acciones armadas desde el Catatumbo hasta el Cauca, queriendo mostrar una consolidación de territorios y una capacidad armada de carácter nacional.
Segundo. Los paros armados el ELN los ha hecho en años electorales, es una estrategia de disuasión y de medirle el aceite a los candidatos y futuros gobernantes, ver sus respuestas si son de confrontación o de negociación, y en general buscan enviar el mensaje que sea por la vía armada o negociada tienen poder.
Tercero. El paro armado electoral lo suman con lo que los grupos armados han llamado históricamente el “bautizo” y es que a la llegada del nuevo mandatario realizan un atentado muy duro, en el caso de Iván Duque el Bautizo fue el ataque a la Escuela de Policía General Santander que le costó la vida a 22 jóvenes cadetes.
Cuarto. Iván Duque y su gobierno quedan muy mal parados con esta escalada violenta del ELN, cabe recordar como Álvaro Uribe, Iván Duque, Rafael Guarin, Diego Molano, y todo el uribismo trinaban día y noche cada acción armada y de delincuencia que sucedía en el país durante el gobierno de Juan Manuel Santos, pues llegaron al poder con las banderas de la seguridad y hoy a 6 meses de terminar su gobierno la seguridad en Colombia es un desastre, el país sigue siendo el primer productor de cocaína a nivel mundial, las disidencias de Farc cada día ganan más territorios, las disidencias del paramilitarismo, o sea el clan del Golfo son dueños y señores, en muchos municipios el ELN muestra que tiene capacidad de hacer paros armados a nivel nacional y sin hablar de la seguridad ciudadana donde aumentó el homicidio y el hurto en varias de las principales ciudades del país.
Un desastre en seguridad, pero uno escucha a Diego Molano, Iván Duque y compañía y hablan de otro país, y en materia de seguridad hablan como si todo estuviera tan bien, y resaltan logros y victorias pírricas frente a la situación real de orden público.
Vender miedo y discursos de seguridad es muy fácil, pero ejecutarlos es otra cosa, este gobierno es un desastre y el ELN sigue atentando contra la población civil que como siempre es la que termina pagando los platos rotos de esta guerra, esperemos que Gobierno llega, pero lo que es claro y lo digo como analista investigador y corresponsal de conflictos armados, es que por más que se llegue a una negociación con el ELN, la violencia en Colombia no va a parar, vendrán las disidencias del ELN como hay disidencias de los paramilitares y de las Farc, estamos dejando atrás un ciclo de violencia ideológico política pero abriendo una nueva espiral de violencia que se llama por portafolios de economía ilegal, las nuevas guerras.