En Perú la inestabilidad política se ha convertido en regla. En los últimos seis años, ese país ha tenido cinco presidentes, a lo que se suman tres cambios de parlamento. La situación ha sido motivada por el Congreso, que se ha impulsado los permanentes procesos de destitución. El actual presidente peruano, Pedro Castillo, pasó indemne su segundo intento destitución, pero es probable que no sea el último en su contra.
Castillo, contra las cuerdas en Perú
Tras un debate de más de ocho horas de duración en el Congreso, en donde el mandatario presentó sus descargos, solo 55 legisladores votaron a favor de la destitución, 54 en contra y 19 se abstuvieron. Se requerían 87 votos para aprobar la llamada “vacancia por incapacidad moral permanente“. Esta figura es la que ha sido utilizada desde 2016 para tumbar mandatarios desde el Congreso.
De haber sido cesado, Castillo habría tenido un destino parecido al de sus predecesores, el centrista Martín Vizcarra, destituido por el Congreso en noviembre de 2020, y el derechista Pedro Pablo Kuczynski, quien dimitió en marzo de 2018 cuando se hizo evidente que no sobreviviría a un segundo juicio político.
En el caso de Castillo, la oposición lo acusaba de falta de rumbo y de permitir una presunta corrupción en su entorno. Además, le criticaron sus constantes crisis ministeriales que se traducen en cuatro gabinetes en ocho meses, algo inédito en Perú. Ante la presión del legislativo, y pese a no estar obligado a hacerlo, Castillo acudió al Congreso a presentar sus descargos junto a su abogado, José Félix Palomino.
El segundo intento de destitución contra Castillo en ocho meses
Desde su elección en 2021, una potencial destitución de Castillo ronda en el aire, cuando sus rivales denunciaron “fraude” a pesar del aval a su victoria por parte de la OEA, la Unión Europea y Estados Unidos. Incluso, en diciembre, el Congreso desestimó el debate de la primera moción que buscaba destituir a Castillo.
El mandatario ha evitado rehuir de las acusaciones de sus opositores. Tras librarse de la destitución, Castillo señaló que “hago un llamado para sentarnos a conversar y agendemos los temas más urgentes del país, como la educación”. Pero la inestabilidad en sus ministerios ha mostrado señales de debilidad en un gobierno que ha intentado conciliar a diferentes actores y proyectos de nación en Perú.
En todo caso, la inestabilidad política en ese país preocupa a los observadores internacionales. Por ejemplo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos denunció “el uso de esta figura jurídica de manera reiterada y discrecional”, refiriéndose a la moción de vacancia. El ente señaló que este mecanismo “ha sido promovido seis veces desde diciembre de 2017, contribuyendo a los problemas de gobernabilidad del Perú”. Desde Perú piensan que no será la última vez que Castillo enfrente un posible proceso de destitución.