En Brasil las manifestaciones contra la elección como nuevo presidente de ‘Lula’ da Silva no cesan y adquieren un carácter beligerante. Los bolsonaristas en las concentraciones piden que se aplique el artículo 142 de la Constitución, con el que según algunas interpretaciones estaría legitimada la intervención de las Fuerzas Armadas tras el resultado electoral del domingo.

Desde que se conocieron los resultados definitivos el pasado domingo, que le concedieron la victoria al candidato del Partido de los Trabajadores, Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva, miles de fieles del actual presidente, Jair Bolsonaro, han salido a las calles a pedir la aplicación del Artículo 142 de la Constitución para que las Fuerzas Armadas intervengan ante lo que consideran un trato favorable de los órganos federales hacia el izquierdista.

El artículo 142 de la Constitución, según analistas, lo que hace es definir las funciones de la fuerza pública y en ningún momento abre el camino para que se interponga entre la división de poderes.

El artículo contiene tres aspectos que son la defensa nacional, el cumplimiento de la Constitución y el mantenimiento del orden público, siendo este último interpretado por algunos juristas como la pieza clave para usarlo ahora, en momentos en que según algunos, los poderes públicos están incumpliendo con sus deberes.

Los analistas consultados por France 24 consideran que la propia Constitución tiene los contrapesos suficientes para saber si hay incumplimientos y no existe la figura de la intervención militar que algunos de los seguidores más radicales de Bolsonaro.

¿Qué dice el Artículo 142 y por qué los bolsonaristas hacen un llamado a utilizarlo? 

El artículo dice lo siguiente:

“Artículo 142. Las Fuerzas Armadas constituidas por la Marina, el Ejército y la Fuerza Aérea, son instituciones nacionales permanentes y regulares, organizadas sobre la base de la jerarquía y la disciplina, bajo la autoridad suprema del presidente de la República, y tienen como finalidad la defensa de la Patria, la garantía de los poderes constitucionales y, por iniciativa de cualquiera de estos, la ley y el orden.”

La primera vez que los bolsonaristas instaron a que hubiera una intervención militar fue en el año 2020, cuando el propio Bolsonaro en una reunión ministerial dijo que era posible que cualquier rama del Estado podría pedir a las Fuerzas Armadas que intercediera. El presidente apeló a esta supuesta figura tras saber que sus hijos eran investigados por el Supremo Tribunal Federal (STF).

A partir de ese momento, sus seguidores comenzaron a utilizar este argumento con objeto de que los militares deberían ser el mediador entre el Ejecutivo y el Poder Judicial. Luego de estas afirmaciones, la disputa por la utilización del artículo 142 ha estado sobre la mesa.

En esta elección presidencial en particular, los seguidores de Bolsonaro han salido a las calles a protestar tras el triunfo de ‘Lula’. En más de una veintena, seguidores radicales y camioneros llevan desde la madrugada del lunes bloqueando las vías. Este miércoles por la noche, no obstante, el presidente instó a sus fieles a “desbloquear las carreteras” a través de una transmisión en directo en sus redes sociales.

Partidarios del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, bloquean parcialmente la carretera de Castelo Branco, mientras protestan por la derrota de Bolsonaro en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, en Barueri, Brasil 2 de noviembre de 2022.
Partidarios del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, bloquean parcialmente la carretera de Castelo Branco, mientras protestan por la derrota de Bolsonaro en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, en Barueri, Brasil 2 de noviembre de 2022. © REUTERS – AMANDA PEROBELLI

Uno de los manifestantes dijo al equipo de enviados especiales de France 24 en São Paulo que estaban “reivindicando el artículo 142 exactamente para que haya una intervención de las Fuerzas Armadas, porque las elecciones no fueron legales. En algunos estados Bolsonaro no tuvo votos. No creo que hubo fraude como tal, pero sí interferencias para que el presidente no pudiera hacer campaña en algunos estados así como desarrollar sus políticas”.

En Sao Paulo, Reinaldo Silva, quien se manifestaba al frente de un cuartel del Ejército, dijo que espera este “intervenga”. “Sabemos que esas elecciones fueron fraudulentas”, exhortó. Una afirmación sin fundamento, ya que carece de pruebas, pero que fue puesta sobre la mesa en el periodo previo a las elecciones por el mismo presidente Jair Bolsonaro, quien criticó el sistema electoral de voto electrónico y sembró dudas sobre su efectividad.

También hubo mítines en Brasilia en cuarteles militares, al igual que en otros nueve estados.

En Río de Janeiro, cientos de personas han salido a las calles con la bandera de Brasil para mostrar el apoyo al presidente, además de tocar las bocinas y gritar consignas contra Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva.

Manifestantes pro-Bolsonaro piden una intervención militar, el martes 2 de noviembre de 2022, en Río.
Manifestantes pro-Bolsonaro piden una intervención militar, el martes 2 de noviembre de 2022, en Río. © Andre Borges, AFP

Uno de ellos dijo que había ido porque quiere que “Brasil sea libre, el socialismo no funciona con la nación brasileña”. Otro asistente dijo que era necesaria “una intervención federal, tenemos un Tribunal Supremo que se vendió al Partido de los Trabajadores”.

Da Silva ganó este domingo 30 de octubre con el 50,9% de los votos. Bolsonaro, aunque no reconoció los resultados explícitamente, dijo que respetaría la Constitución y dio luz verde a su Gabinete para iniciar la transición.

Los vínculos de Bolsonaro con el Ejército 

El actual presidente es un excapitán del Ejército que siempre ha tenido fuertes lazos con los militares y muchos de ellos apoyan su gestión, pero las Fuerzas Armadas han estado reacias a participar de forma directa en política desde la dictadura militar que dejó al país en un caos económico y que estuvo instaurada en el país desde 1964 hasta 1985.

El general de caballería retirado, Paul Chagas, que hizo campaña por Bolsonaro en 2018 dijo que “los militares saben muy bien cuál es su deber: la Constitución no les permite intervenir en la política”.

Otro general que fue portavoz de Bolsonaro, Rego Barros, afirmó en una columna publicada el miércoles que era momento de que los perdedores de las elecciones cedieran y pensaran en el futuro de Brasil y criticó a “grupos sin sentido de la responsabilidad que aún buscan desestabilizar un tejido social debilitado con provocaciones y desinformación.”

Estos dos generales tienen viejas rencillas con el actual presidente, ya que se enemistaron por sus presiones a las Fuerzas Armadas para que lo respaldaran políticamente.

No obstante, parece un sentir mayoritario de la institución, que no se ha mostrado a favor de una intervención pese a los reclamos de los reductos de seguidores más radicales del todavía presidente.