La primera mujer presidenta de Perú, Dina Boluarte, que inesperadamente llegó al poder el miércoles tras la destitución y arresto de su predecesor, tendrá que ir con cuidado para evitar el destino de otros gobernantes que se han visto forzados a dejar el Palacio de Pizarro antes del final de sus mandatos.

Una de las primeras acciones de Boluarte tras convertirse en presidenta, luego de que el exmandatario Pedro Castillo intentara cerrar el Congreso y fuera arrestado, fue implorar por una tregua y comprometerse a formar un gabinete que incluya a todos los espectros políticos.

Esta misión es compleja en un país conocido por sus divisiones entre conservadores leales al expresidente Alberto Fujimori, quienes están totalmente en su contra y una gran parte de la población harta de los políticos tradicionales.

Boluarte llamó de inmediato por un diálogo entre todos los actores políticos. Eso es más fácil decirlo que lograrlo.

Se trató de su primer discurso desde la juramentación del sexto presidente de Perú en cinco años. Pareció un gesto que buscaba obtener apoyo del electorado, pero quizás más importante, del Congreso unicameral, donde no tiene un partido que la respalde directamente tras haber sido expulsada del izquierdista Perú Libre.

El último presidente peruano que no pertenecía a un partido político, Martín Vizcarra, fue impugnado por el Congreso en 2020, lo que desató una ola de protestas.

Abogada de profesión, Boluarte era casi una desconocida para la mayoría de los peruanos hasta hace poco, pero se destacó en la campaña electoral de Castillo y llegó a la vicepresidencia después de la sorprendente victoria del líder izquierdista en 2021.

Pero después de los eventos del miércoles, la política de 60 años criticó a Castillo por su “intento de golpe”.

La política peruana es notablemente volátil y aún no está claro cuánto durará una luna de miel entre la presidenta y los congresistas, que han llevado adelante siete juicios políticos en los últimos años, tres de ellos contra Castillo.

Boluarte podría finalmente llamar a elecciones anticipadas para generar estabilidad en un país que está empantanado en las turbulencias políticas desde hace años, en buena parte por una Constitución que permite al Congreso destituir fácilmente a los presidentes.

“Sé que hay algunas voces que indican adelanto de elecciones y eso democráticamente es respetable”, dijo Boluarte a periodistas, en el Palacio de Gobierno. “Más adelante, en coordinación con todas las organizaciones, estaremos viendo alternativas de cómo reorientar mejor los destinos del país”, añadió.

Anticipar elecciones previstas para el 2026 podría ser clave para reorganizar un Congreso fraccionado, que enfrenta niveles de aprobación sumamente bajos. De hecho, una encuesta publicada en noviembre por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) preguntó a los participantes qué creen que debería pasar si Castillo es removido, y un 87% respondió que debían convocarse elecciones generales.

Ella ha hablado de quedarse hasta el 2026, tiene y le asiste el derecho, pero no hay que olvidarse que éste es un problema de dos caras, el del Ejecutivo y el Congreso, hay una parte de la cara que se cayó, todavía queda la otra parte del problema, y el problema es el Congreso.

También será vital para tener un gobierno exitoso el nombramiento de un primer ministro experimentado que pueda negociar con un Congreso conocido por su relación tormentosa con la presidencia, así como un grupo de ministros creíbles.

Incluso si designa a alguien que pueda encajar en esta descripción de trabajo, él/ella tendrá dificultades para hacer alianzas duraderas porque el Congreso es un ambiente muy agitado, con poca lealtad partidista, y una mentalidad muy transaccional.

Se espera que Boluarte anuncie la composición de su gabineteen los próximos días, ya que enfrenta el desafío poco envidiable de sanar un Perú fragmentado donde la presidencia ha estado enfrentada con el Congreso durante más de un año.

Como si esos alborotos institucionales no fueran suficientes, un grupo de acérrimos simpatizantes de Castillo ya amenazan con hacerle la vida difícil a la mandataria desde el primer día.

MUERTOS EN PROTESTAS

Los enfrentamientos más violentos se están dando en el sur del país, concretamente en los departamentos de Apurímac y Arequipa.

Las manifestaciones de protesta que estallaron este domingo contra la presidenta Dina Boluarte y el Congreso del Perú alcanzaron un máximo nivel de violencia este lunes al reportarse un total de siete fallecidos, más de un centenar de policías heridos y el ataque a dos canales de televisión en Lima.

La defensora del Pueblo, Eliana Revollar, confirmó que ha aumentado a siete la cifra de fallecidos en algo más de 24 horas en los enfrentamientos entre la Policía y manifestantes que piden la renuncia de Boluarte y el cierre del Congreso, que destituyó al expresidente Pedro Castillo después de anunciar un autogolpe de Estado.

“Han sido dos jornadas muy lamentables con un saldo de siete personas fallecidas (…) dos de ellas menores de edad y todos por proyectiles de armas de fuego”, dijo Revollar al canal Epicentro TV.

Los enfrentamientos más violentos se están dando en el sur del Perú, concretamente en los departamentos de Apurímac y Arequipa.

La Dirección Regional de Salud de Apurímac detalló en un comunicado que un adolescente de 16 años con las iniciales R.P.M.L. falleció el mediodía de este lunes al presentar una herida de bala tras una protesta en Chincheros, en el departamento de Apurímac.

Durante la tarde, confirmó que se habían muerto otros dos jóvenes de 18 años, Jonathan Encino Arias y Wilfredo Lizarme.

A estas tres víctimas notificadas en las últimas horas se suma otro joven fallecido esta mañana en Chincheros, otro varón muerto en protestas en la segunda ciudad más grande del país, Arequipa, y a los dos fallecidos en la tarde de este domingo en Andahuaylas.

“Estamos pidiendo la investigación de estos casos, que, de verdad, son muertes inútiles, porque si se tomaran decisiones oportunas esta situación no debía pasar”, indicó la defensora del Pueblo al añadir que se necesita una solución política.

Estado de Emergencia en Apurimac por ola de violencia en Perú

A raíz de la convulsión social, el Gobierno del Perú decretó este lunes el estado de emergencia por 60 días en siete provincias del departamento sureño de Apurímac, epicentro de las protestas que piden la destitución de la presidenta Dina Boluarte.

Durante 60 días quedará suspendido en Apurimac los derechos constitucionales relativos a “la inviolabilidad de domicilio, libertad de tránsito por el territorio nacional, libertad de reunión y libertad y seguridad personales”, según el artículo 2 de la constitución peruana.

Debido al enfrentamiento con los manifestantes, un total de 119 policías peruanos han resultado heridos, algunos de gravedad por golpes, según reveló el jefe de la Dirección contra el Terrorismo (Dircote) de la Policía Nacional, general Oscar Arriola.

La autoridad policial detalló, en entrevista con RPP Noticias, que hay 119 policías policontusos y al menos uno tiene ventilación mecánica por la gravedad de su estado.

En Andahuaylas, los manifestantes atacaron 14 comisarías y, en una sede policial, los efectivos fueron agredidos con explosivos, indicó Arriola.

El jefe de la Dircote afirmó que detrás de las protestas también “está (el grupo terrorista) Sendero Luminoso, el Movadef (Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales) y otros organismos generados por el marxismo-leninismo”.

“El Movadef (considerado el brazo político de Sendero Luminoso) tiene actividad en estas marchas”, subrayó Arriola, tras mencionar que la Policía ha detectado que exconvictos por terrorismo e integrantes de Movadef “están infiltrados” en las movilizaciones.

Al menos 15 policías fueron heridos en la provincia de Andahuaylas en un ataque con explosivos por parte de manifestantes.

Los efectivos policiales fueron atacados con artefactos pirotécnicos y con un “queso”, nombre con el que se le conoce a un explosivo de fabricación casera que contiene dinamita y perdigones, detallaron en un comunicado en el que agregaron que dos se encuentran con “pronóstico reservado” y tres con heridas múltiples

Ataques a la prensa en Lima

Durante esta jornada, las protestas también se sintieron en Lima, donde grupos de manifestantes atacaron la sede del Ministerio Público, así como los locales del canal América Televisión y de Panamericana Televisión, además de un vehículo de la emisora de radio Exitosa.

En el primer caso, los manifestantes atacaron con piedras y objetos contundentes la sede de América Televisión y Canal N en la céntrica urbanización limeña de Santa Beatriz, dañando ventanas y parte de la infraestructura del edificio.

En otro punto cercano de la ciudad, atacaron la sede de Panamericana Televisión, ante lo que muchos trabajadores del medio corrieron a protegerse.

La Asociación Nacional de Periodistas (ANP) condenó en su cuenta de Twitter los “atentados a las sedes físicas de Panamericana TV y América TV y Canal N, además de la vandalización a un vehículo de Exitosa Noticias con agresión física a su chofer, Víctor Nolly”.

“El derecho a la protesta no soporta estos actos vandálicos que lo desvirtúan. Instamos a la ciudadanía a ejercer su legítimo derecho pacíficamente. Desde la ANP ya hemos coordinado con la Fiscalía para que inicie las acciones correspondientes en estos casos”, concluyeron.